A la hora de disputar un encuentro, ningún partido es mas especial que otro.
Para el deportista no debe haber partidos vitales, trascendentales,…
Si lo son, es porque el deportista anticipa en el presente las consecuencias del resultado del enfrentamiento.
Esa anticipación, puede generar un exceso de presión y de tensión psicológica que puede lastrar el rendimiento durante el partido. Asimismo puede generar dudas sobre si la preparación llevada hasta el momento será suficiente para afrontar con exito este partido «especial».
Las dudas y la presión son grandes enemigos de nuestro rendimiento.
No las generemos.
Veamos un articulo publicado en Sextoanillo por Constanza Martínez Fábrega
http://sextoanillo.com/index.php/2017/05/24/partidos-especiales-preparacion/
eficaciadeportiva.wordpress.com 